Introducción:

Con el objetivo de aumentar el bienestar en algunas de las regiones más rezagadas de México, en 2016 se promulgó una ley federal para la creación de Zonas Económicas Especiales (ZEE), en las cuales se fomentarán inversiones a través de incentivos fiscales y desarrollo de infraestructura, entre otras medidas.

El concepto de zonas económicas especiales no es nuevo en el mundo. Hay importantes casos de éxito, en países como China, Corea del Sur, Panamá, Irlanda y Marruecos. A continuación, se presentará una breve introducción de los siguientes temas:

I. ¿Qué son las zonas económicas especiales?
II. Resultados de zonas económicas especiales
III. ZEE en México
IV. Conclusiones

I. ¿Qué son las zonas económicas especiales?

Una zona económica especial es un área geográfica delimitada que ofrece un entorno de negocios excepcional con el objetivo de incentivar la inversión en dicha zona, teniendo miras a industrializarla. Busca hacer altamente competitivas a las empresas que operan en ellas a través de medidas que suelen incluir incentivos fiscales, facilidades al comercio exterior, beneficios aduaneros, un marco regulatorio ágil y desarrollo de infraestructura.

La primera zona económica especial moderna fue creada en 1959 en el aeropuerto Shannon, en Irlanda. Actualmente, se estima que existen 4,300 de estas zonas a nivel mundial y que alrededor del 75% de países cuentan con al menos una.

Número de zonas económicas especiales en el mundo:

El caso más conocido es el de China, que al final de la década de los años setenta inició con el establecimiento de zonas con condiciones especiales. Shenzhen, un pueblo pesquero cercano a Hong Kong, con beneficios especiales establecidos en 1980 y actualmente una de las ciudades de China de mayor tamaño y comercio, sirvió para probar reformas económicas focalizadas, resultando en tasas de crecimiento sin precedentes en Producto Interno Bruto, empleo, exportaciones y atracción de inversión extranjera directa. La importancia de las mismas se mantiene: en un estudio de 2010 del Banco Mundial, se estimó que en años anteriores recientes el 22% del PIB, 46% de inversión extranjera directa, 60% de exportaciones y más de 30 millones de empleos provenían de zonas económicas especiales.

II. Resultados de zonas económicas especiales en el mundo

La evidencia a nivel mundial ha demostrado que la creación por sí sola de zonas económicas especiales no es una condición suficiente para generar desarrollo en las regiones en las que se establecen. De acuerdo al Banco Mundial, algunos de los factores a cuidar al establecer una zona económica especial son:

• Establecimiento de zonas sin planeación profunda: Una alta velocidad en establecimiento de zonas puede generar competencia entre las mismas y reducir la eficiencia de los beneficios.
• Medio ambiente: Las zonas intensivas en manufacturas pueden generar riesgos ambientales y escasez de recursos. Por ejemplo, el Banco Mundial estima que en China los costos ambientales son de 8% del PIB, lo que ha llevado a una tendencia a implementar estándares estrictos y políticas fiscales que beneficien las tecnologías verdes.
• Desequilibrio entre desarrollo industrial y dimensiones sociales: Algunas de las zonas que han generado un alto crecimiento económico no han tenido un desarrollo social o de servicios urbanos similar, lo que ha generado dificultades en atracción de talento y de inversiones de alta calidad para sostener el crecimiento o mejorar estructuras sociales.

A pesar de sonados casos de éxito, los resultados alrededor del mundo han sido variados: es común que los montos de inversión recibidos sean menores a los esperados o que tarden en llegar más tiempo del estimado. Adicionalmente, hay frecuentes conflictos en la adaptación de marcos legales, alto costo de ambiente de negocios, falta de planeación estratégica e infraestructura, así como de incumplimiento de condiciones establecidas, con lo cual frecuentemente las zonas económicas especiales no han sido exitosas.

A lo largo de las pasadas 3 décadas, el Producto Interno Bruto per cápita de los estados del Norte de México y Bajío ha crecido en 47%, mientras que en los estados del Sur únicamente ha aumentado en 7%. Se busca reducir esta brecha a través de generar medidas que incrementen la productividad en el Sur. México establecerá sus primeras zonas económicas especiales en Lázaro Cárdenas (abarcando municipios de Michoacán y Guerrero), el Istmo de Tehuantepec (incluyendo los polos de Coatzacoalcos, Veracruz y Salina Cruz, Oaxaca) y Puerto Chiapas (Chiapas), zonas de alto potencial productivo y logístico, abundantes recursos naturales y una posición estratégica para nuevos mercados. Se buscará cumplir el objetivo de promover el desarrollo de estas regiones a través de la generación de empleos de calidad, capacitación, desarrollo de cadenas de valor y multiplicación de la demanda de servicios locales.

De cara a la implementación anunciada de ZEE en México, algunas de las medidas que se han anunciado en semanas recientes incluyen:

• Infraestructura: Una de las razones por las cuales se considera que los estados en que se establecerán las ZEE no han tenido altos niveles de inversión es por falta de infraestructura. Se impulsarán proyectos ferroviarios por MXN $13,618 MM, buscando integrar las regiones de las ZEE a las redes de vías principales y permitirles alcanzar el centro y norte de México, así como la frontera con Estados Unidos. Por lo pronto, la Asociación Mexicana de Ferrocarriles estima un aumento en carga ferroviaria en 9.3 millones de toneladas por año a partir de 2033, un incremento de 7.9% con respecto a 2015.

• Beneficios fiscales: Las principales medidas anunciadas por la Secretaría de Hacienda para personas físicas y empresas que inviertan en las ZEE consisten en un descuento del 100% en el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) durante los primeros 10 años de operación, así como un beneficio de 50% durante los siguientes 5 años. Tendrán también un trato de Impuesto al Valor Agregado (IVA) similar al de las empresas certificadas en comercio exterior y descuento en cuotas patronales del Instituto Mexicano del Seguro Social de 50% durante los primeros 10 años y 25% en los cinco años subsecuentes, además de incentivos locales.

De acuerdo a la Autoridad Federal para el Desarrollo de las ZEE, de momento hay 135 empresas nacionales asiáticas, europeas y del resto de Norteamérica, con cerca de 30 en fases finales para hacer anuncios de inversión próximamente. Se espera que el monto de inversiones en 15 años sea superior a USD $41 mil millones. Adicionalmente, se han hecho consultas con cámaras empresariales y se han adoptado prácticas internacionales. Por ejemplo, se firmó un acuerdo de colaboración con International Enterprise Singapore, a modo de llevar a cabo intercambio de información y cooperación entre organizaciones de México y Singapur para desarrollar las ZEE en México, las cuales deben comenzar a funcionar a lo largo de los próximos meses.

IV. Conclusiones

La experiencia mundial indica que las zonas económicas especiales no son una fórmula garantizada para el éxito y desarrollo. Es importante recordar que el objetivo del establecimiento de las ZEE es promover el desarrollo de algunas de las localidades con mayor rezago del país, por lo que hay varios aspectos a vigilar en la implementación de las ZEE: además de aprender de los casos fallidos internacionales, es importante cuidar la calidad y el enfoque de los beneficiarios de las ZEE, llevando a desarrollar industrias y empleos de calidad, y no únicamente proporcionando beneficios para quienes tienen capacidad de inversión. En tanto se mejoren las instituciones locales y se promueva la educación que permita proveer de capital humano de calidad a los proyectos complejos a desarrollarse, se estará cumpliendo con el objetivo de establecer las ZEE.

Es claro que México es un país atractivo a la inversión en varios aspectos, por lo cual, más allá del éxito de las ZEE, vale la pena replicar varios de los conceptos que estas implican, a decir, mejorar las condiciones y requerimientos para hacer del país cada vez un mejor destino de inversión.