¿Cómo está México de cara al 2015?

El PIB de México creció en promedio 2.4% anual entre 1980 y 2013, un resultado bastante mediocre. Si a eso le sumamos que desde mediados de 2012 el crecimiento se ha reducido considerablemente e incluso estancado, (el PIB en 2013 creció 1.1%, mientras que en 2014 ha crecido 1.8%), podríamos llegar a la conclusión de que México no está destinado a crecer. En el siguiente artículo analizaremos qué factores han cambiado en los últimos años que podrían revertir esta tendencia de crecimiento mediocre y hacer de México un país mucho más próspero.

¿Qué sigue igual?

  • Problemas comunes en países emergentes relacionados con la falta de estado de derecho (corrupción, impunidad, violencia, etc.).
  • Baja productividad, especialmente en los sectores informales.

¿Qué ha cambiado?

  • Situación macroeconómica estable.
  • Un sistema financiero bien capitalizado.
  • Alta productividad en segmentos de la economía enfocados a la exportación.
  • Aprobación de reformas estructurales.

¿Qué  sigue igual?

1) Problemas comunes en países emergentes relacionados a la falta de estado de derecho.

Exceptuando algunas geografías donde hay un régimen militar o una dictadura, la mayoría de los países emergentes sufren de problemas muy similares. La corrupción, la impunidad e incluso la violencia son temas de todos los días derivados de la falta de un estado de derecho. El empresario extranjero que tiene inversiones u operaciones en varias economías está consciente de estos males y sabe que sus operaciones podrían tener riesgos adicionales a los ya inherentes.

Lo que le da tranquilidad al inversionista es que estos problemas sociales estén controlados y que idealmente estén mejorando. México ha hecho el esfuerzo de crear instituciones autónomas, como el Banco de México o el Instituto Nacional Electoral (antes IFE), que permiten que, a pesar de estos problemas sociales extremadamente serios, se tenga certidumbre. De igual manera, los tratados de libre comercio que México ha firmado con economías maduras han forzado al país a tomar medidas adicionales para estar dentro de las normas de cada tratado.

Ahora que las reformas estructurales han sido aprobadas y dado lo delicado que han sido situaciones como Tlatlaya y Ayotzinapa, el Gobierno Federal necesita poner como su máxima prioridad reforzar el estado de derecho y empezar a tomar acciones drásticas. Estas medidas deberán de incluir la creación de un organismo autónomo que supervise temas relacionados con la corrupción y el encarcelamiento de servidores públicos que están involucrados con el crimen organizado. Si esto no sucede, este tema seguirá frenando el desarrollo económico del país.

2)  Baja productividad, especialmente en los sectores informales.

Un estudio realizado por McKinsey Global Institute en marzo de 2014 reveló que el valor agregado per cápita de las empresas con más de 500 empleados ha crecido en 5.8% anual entre 1999 y 2009, mientras que el valor agregado per cápita de las empresas con menos de 10 empleados ha decrecido en 6.5% en el mismo periodo. Lo que hace este tema más preocupante es que las empresas con menos de 10 empleados, las cuales suelen ser menos productivas, emplean al 42% de la población económicamente activa, mientras que las empresas con más de 500 empleados emplean a  sólo el 20%.

Estas empresas de menos de 10 empleados son en muchas ocasiones informales. En México, existen incentivos para que las empresas sean pequeñas y se mantengan en la informalidad. Por ejemplo, las empresas informales no tienen que pagar seguro social, cumplir con requisitos sanitarios o presentar reportes al gobierno, lo cual reduce sus costos operativos. Otro ejemplo es que los establecimientos que se encuentran en mercados populares no tienen que pagar impuesto sobre ventas como lo hacen las tiendas, sino que solamente tienen que pagar una licencia. Esto agrega incentivos para querer permanecer como un changarro en un mercado en lugar de crecer a ser una cadena de tiendas.

La reforma fiscal recientemente aprobada estuvo diseñada para incrementar la recaudación total como porcentaje del PIB, pero se enfocó en cobrarle más impuestos a las personas y empresas que ya estaban en la formalidad. El gobierno necesita crear los incentivos correctos para que las empresas pequeñas salgan de la informalidad y empiecen a crecer. Este proceso las hará más productivas y contribuirán a aumentar la recaudación total.

No podemos perder de vista que el sector informal participa en elecciones populares, al igual que el sector formal. Se requiere que los políticos tengan incentivos para hacer lo correcto para el desarrollo económico del país y no lo que generará más votos.

¿Qué ha cambiado?

1) Situación macroeconómica bastante estable.

México no ha tenido una crisis económica provocada por factores internos desde 1994.  Los siguientes factores resaltan la fortaleza macroeconómica con la que cuenta el país:

Inflación: México lleva más de 10 años con nivel de inflación completamente controlado y en rangos muy cercanos a la inflación objetivo de 3.0%. México cuenta con una disciplina fiscal y política monetaria enfocada en la estabilidad de precios.

Tipo de cambio: El régimen de tipo de cambio flexible le ha permitido a México compensar ajustes económicos y mantenerse competitivo. La divisa mexicana tiene uno de los mayores volúmenes de operación entre las monedas de mercados emergentes, lo cual le da una enorme liquidez.

Reservas: El monto de las reservas internacionales es de aproximadamente 180 mil millones de dólares. Además de estas reservas, se cuenta con una línea de crédito flexible por parte del Fondo Monetario Internacional que le brindaría a México 80 mil millones de dólares adicionales en caso de ser necesarios.

Acceso a capital: La fortaleza económica de México ha permitido colocar exitosamente notas en mercados internacionales en los que anteriormente hubiera sido impensable lograrlo. En 2014, hubo dos colocaciones que vale la pena resaltar: 1) Emisión del equivalente a $1,600 millones de dólares americanos en libras esterlinas a un plazo de cien años. 2) Emisión del equivalente a un total de $600 millones de dólares en yenes a cinco, diez y veinte años, a tasas muy competitivas.

tabla 1y2

2) Un sistema financiero muy bien capitalizado.

La banca fue nacionalizada en 1982 y privatizada en 1990. Después, vino la crisis de 1994 y el sector bancario volvió a estar al borde del colapso. Hoy la banca mexicana es una de las mejores capitalizadas del mundo, con índices de capitalización por arriba de 16%. Como referencia, los bancos europeos cuentan con índices de capitalización menores al 8.0% y están bajo presión de reguladores bancarios.

Tabla3

Estos índices de capitalización altos dan confianza en la banca mexicana, pero también han sido fuente de muchas críticas, ya que los bancos mexicanos suelen prestar poco a los segmentos que más lo necesitan. Cálculos del Banco Mundial estiman que el nivel de financiamiento total como porcentaje del PIB en México es de 27.5%, mientras que esta misma variable para otros países emergentes (sin contar México) es de 64.9%.

3) Alta productividad en segmentos de la economía enfocados a la exportación.

México se ha convertido en una de las 15 potencias manufactureras en el mundo y es uno de los 5 principales países en la producción de automóviles. En 1994 se producían 1.1 millones de vehículos mientras que en 2012 se produjeron 2.9 millones. Algunas de las plantas en México son vistas como de clase mundial y  muchas superan la productividad de sus plantas colegas en EEUU. El corredor aeronáutico de Querétaro y El Bajío es uno de los de mayor crecimiento en el mundo y muchas empresas continúan abriendo centros de investigación (R&D) en la zona, dada la calidad de los ingenieros y su latente necesidad en el mercado.

Este segmento altamente productivo está compuesto por empresas que tienen a  más de 500 empleados y, como se mencionó anteriormente, según el estudio de McKinsey Global Institute, estas empresas han crecido su valor agregado per cápita en 5.8% de 1999 a 2009. Sin embargo, este segmento de empresas de clase mundial, se concentra  principalmente en el centro y en el norte del país, dándole empleo a 20% de la población económicamente activa.

4) Aprobación de reformas estructurales.

En los pasados18 meses se han aprobado varias reformas estructurales, de las cuales  6 podrán tener un impacto muy relevante en la economía mexicana. Si estas reformas son implementadas correctamente, tienen el potencial para hacer crecer al país muy por encima de las tasas recientes.

Tabla4

Las dos reformas aprobadas más recientemente, la de telecomunicaciones y la energética, deben de promover fuertemente la inversión (nacional y extranjera), lo cual debe traducirse en crecimiento económico.

Para dimensionar la reforma energética es  significativo (o algún sinónimo) revisar la siguiente comparación con el estado de Texas, en Estados Unidos. El estado de Texas es vecino con los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas,  y su tamaño es de una tercera parte del  de México. Texas tiene costa en el Golfo de México, mientras que México tiene una costa que es 15 veces más grande que la de Texas e incluye  el Golfo de México, el Océano Atlántico y el Océano Pacífico. Sin embargo, Texas produce 1.2 veces más crudo y 6.0 veces más gas natural que México. Es decir, el potencial de extracción y producción de hidrocarburos en México es enorme.

Conclusiones:

Para que México alcance su máximo potencial, es necesario que como sociedad redoblemos esfuerzos para:

  • Tomar acciones para prevenir nuevos problemas sociales y generar condiciones para que México empiece a tener un estado de derecho sólido y confiable.
  • Mantener fuertes los fundamentos macroeconómicos, en línea con lo que se ha logrado instaurar durante los pasados 20 años.
  • Establecer mecanismos para asegurar que las reformas sean implementadas adecuadamente en los siguientes años, ya que estas reformas podrían traerle a México: 1) mayores niveles de inversión, 2) tasas de empleo más elevadas, 3) aumentos sostenidos en el ingreso de los trabajadores y 4) mejor distribución del ingreso.

México tiene la capacidad para crecer por encima de de 3.0% anual, incluso llegando a niveles cercanos al 5.0%, pero se necesitan fuertes cantidades de inversión para lograrlo. Esta inversión debería generarse por el potencial de crecimiento que los empresarios e inversionistas verán en el país. Sin embargo, dicha inversión puede ser ahuyentada por problemas de inseguridad, narcotráfico y violencia.

Se ha avanzado mucho, pero para dar el tan esperado siguiente paso se requiere lo que puede ser lo más duro de lograr, que es empezar a cambiar patrones sociales muy arraigados en nuestra sociedad.

Alejandro Rocha Bracamontes