¿Cuándo vender una empresa?

Para un empresario es muy difícil considerar la venta de su empresa de una forma rigurosa y objetiva. Sin embargo en muchos casos, la venta de la empresa puede ser la mejor solución para ésta y para el empresario. En los próximos boletines, analizaremos organizadamente una amplia variedad de circunstancias en las que la venta de una empresa puede ser la mejor alternativa. No pretendemos prescribir a toda costa la venta, pero sí presentar el máximo número de encrucijadas en las que una dura decisión debe ser tomada y en la que la venta puede ser la alternativa. Si esta decisión se evita y no se toma ninguna acción, el resultado es el inicio de un proceso de declive, con pérdida de valor en la empresa. Este proceso suele ser irreversible.

En los próximos boletines, pretenderemos estimular la reflexión sobre una de las decisiones más importantes a las que se enfrenta un empresario en su carrera. Esquivar la decisión y la reflexión al respecto, no ayudará en nada maximizar el valor de la empresa. Estableceremos las bases para poder de una manera ordenada, responder y actuar frente a la siguiente disyuntiva ¿No es el momento de vender y en ese caso qué hay que hacer ó será la venta de la empresa lo que permitirá maximizar el valor de esta?

Determinadas empresas, presentan un gran potencial, que gestionado por un nuevo accionariado, podría crear sinergias y generar mucho valor, siendo este un buen escenario de venta. Por otro lado, el estudio de los procesos de declive empresarial pone de manifiesto que suele darse en la dirección de la empresa, una cierta actitud de autoengaño. Vista de lejos, objetivamente, desde fuera, sorprende que todo un equipo directivo pueda engañarse durante varios años de declive, conviviendo día a día con variables medibles que reflejan la sistemática caída. No anticipar esto, es una garantía de destrucción de valor para los accionistas.

Arseny Lepiavka y Sergio Lipuzcoa